La afición por los bolsos y zapatos de las mujeres, responde a necesidades concretas de las mujeres primitivas. EL shopping y la aparente obsesión, desde el punto de vista masculino, por la limpieza de las mujeres tambien tiene fuertes motivaciones ancestrales.
cosas aparentemente gratuitas del presente pueden ser el signo de adaptaciones al pasado evolutivo. Según la psicología evolucionista, un rasgo de conducta que es común a varias culturas y tiempos históricos es con seguridad una adaptación programada en el hardware cerebral que tiene como resultado un conjunto de conductas que están adaptadas al ambiente primitivo en el que vivieron nuestros antepasados. Si esas conductas son actualmente desadaptativas o no adaptativas, mas aún porque eso revela su caracter innato y resistente a cambios.
Paradógicamente es en ambientes "modernos" y libres de necesidades de supervivencia , donde el ocio ocupa una parte del tiempo, es donde hay mas libertad para expresas tendencias mas innatas en lugar de aplicar la racionalidad para al supervivencia continuamente. Aqui es donde se pueden observar. La fijación femenina por los bolsos y los zapatos probablemente es universal allí donde existen bolsos y zapatos. Imelda Marcos tenia miles de pares. Las mujeres compran bolsos mas grandes de lo que necesitan y lo llenan de cosas que muchas veces tampoco necesitan.
Mi hipótesis es que las mujeres primitivas llevaban grandes bolsos hechos de materiales perecederos de los que no ha llegado hasta nosotros rastro algunos. Esos bolsos estaban hechos de hierbas entrelazadas probablemente. (Los indigenas próximos al Kilimanjaro hacen bolsos de hierba para llevar hielo en unos pocos minutos). Esos bolsos se utilizaban para recolectar plantas y frutos que crecían salvajes en el entorno donde hemos vivido desde hace millones de años: La sabana africana
Esa conducta se puede observar en algunos pueblos primitivos de ahora mismo. Aunque muchos de ellos están en lugares marginales, como desiertos o selvas donde no se puede dar la división del trabajo entre caza y recolección que se daba en la Sabana. Ësta proporcionaba caza y recolección, al contrario que muchas tribus actuales, que tienen que dedicarse a una u otra.
Es muy posible que las mujeres hicieran sus propios bolsos con material vegetal, pero que en muchas ocasiones fueran hombres los que fabricaran bolsos para las mujeres con pieles de la caza. La posesión de un bolso de piel reciente era por tanto un signo de estatus entre las mujeres. Significaba que tenía los favores de un hombre. Un bolso distinto reciente significaba una renovación del compromiso de un hombre, porque éste invertía de tanto en tanto un esfuerzo para confeccionar uno nuevo para ella. La piel de animal es mas duradera que la hierba, pero se degrada a los pocos cientos de años. De ahí que no se encuentren restos de bolsos primitivos. La edad de piedra es un nombre desafortunado, producto del hecho de que la piedra es mas duradera que otros materiales.
La recolección exige adentrarse entre la vegetación en mayor medida que lo que exige la caza. El hombre cazador circula en grupos atento a lo que tiene delante. Es mucho mas dificil que le sorprenda una serpiente o un insecto venenoso (de hecho los hombres cazaban y cazan serpientes e insectos sorprendiéndolos ellos mismos). En cambio las mujeres, aunque realizaba la recolección en grupos, estos estaban relativamente dispersos y sin dirección común. Entre la hierba alta de la sabana podia haber todo tipo de animales venenosos. La reacción mucho mas fuerte en la mujer ante un animal que aparece por sorpresa, con el grito consiguiente es una adaptación a los peligros de la recolección. El grito sirve para avisar a las demás y/o para pedir ayuda. El ponerse en un lugar alto es para protegerse y da una idea de donde venían los peligros para la mujer recolectora primitiva.
Está claro que cualquier protección en los pies que impidiera el ser picado por animales venenosos era mucho mas importante para las mujeres que para los hombres. Si la tecnica de los bolsos de piel estaba desarrollada, está claro que zapatos de piel de algún tipo mas o menos primitivo existian, porque eran de mayor necesidad incluso que los bolsos de piel. Concretamente, los zapatos debian ser altos. Probablemente serían al principio una pieza de piel fina atados a los tobillos, envolviendo los pies como una bolsa. Cuanto mas ajustados a la piel y mas altos y mas fina la piel, mejor, porque mas fáciles eran los movimientos. Esto está bastante de acuerdo con los gustos de las mujeres actuales. Esas requisitos de movilidad debias ser un desafio para los que confeccionaban esas primeras botas y el cambio por mejores botas, algo importante. Los tacones realzan el atractivo al aparentear piernas las largas y probablemente las muijeres añadirían plataformas por dentro de las pieles para aparentar más altura desde el primcipio. Los hombres confeccionarían zapatos para las mujeres y se entraría en el mismo sistema de estatus que ocurria con los bolsos: unos zapatos nuevos significaria el compromiso de un hombre y por tanto, sería una señal de estatus. Una comparativa de pares de zapatos en relacion a bolsos vendidos o comprados sería un indicativo de la necesidad de renovar unos u otro en en ambiente primitivo. Apuesto a que se venden mas zapatos que bolsos.
A la necesidad para las mujeres de zapatos altos para recolectar se le contraponía la necesidad de mostrar los pies ya que para los hombres era y es algo atractivo. los tacones realzan, pero difucultan la movilidad. De la tensión entre esas necesidades surge la estética de los zapatos.
El brillo es un signo de pureza, de ausencia de contaminación. el brillo de la cara significa juventud, ausencia de enfermedad. En un objeto como un bolso o unos zapatos, es un signo de novedad y limpieza. En el mundo primitivo los objetos brillantes eran escasos y el carácter psicológico positivo innatamente asociado al brillo (por lo anterior), convertía cualquier objeto brillante en valioso y deseable. Como el hombre tiene una visión para los detalles próximos poco desarrollada, un brillante cerca de la cara de una mujer, en la oreja, por ejemplo, transfiere su brillo, a la vista de un hombre, a la cara misma, y por tanto la mujer aparenta ser mas sana y joven de lo que es.
Las mujeres estaban mas presionadas que los hombres para conseguir limpieza en si mismas y en lo que le rodeaba. En primer lugar mientras que el brillo de la cara de una mujer es signo de juventud y salud, y por tanto de máximo atractivo para un hombre, en cambio un hombre podia ser atractivo solamente por su estatus, y cuanto mas signos de enfermedades superadas, cicatrices etc mejor, porque eran signos equivalentes a la cola del pavo real, es decir, eran dificultades superadas con éxito que realzaban su atractivo. La suciedad es un peligro, especialmente para los niños. Una mujer realiza una inversión enorme en cada hijo. La supervivencia de su hijo era primer prioridad porque una mujer no puede tener muchos hijos. Si es que podía criar alguno. Debía tener los alrededores lo mas limpios posibles no solo de peligros visibles sino de cualquier signo indirecto de infección o sepsis: Cualquier revoltijo de objetos podía esconder insectos peligrosos. Ramas entrelazadas pueden camuflar serpientes Humedades turbias y malos olores son signos de bacterias sépticas. cualquier objeto que no tiene aspecto brillante es rugoso y por tanto puede contener microbios, `por tanto esas características y objetos pasaron a tener una connotación negativa para las mujeres. Por supuesto las mujeres primitivas no podían llegar, ni llegan, al nivel de limpieza actuales, pero lo intentaban en la medida de lo que podían. De la misma forma que ahora nos atiborramos de sal y azúcar porque conservamos el gusto por estas sustancias, necesarias en pequeñas cantidades, cuando esas sustancias eran escasas, la tendencia hacia la limpieza se puede expresar y sobre expresar en el mundo moderno en el que las técnicas y materiales permiten una limpieza y un brillo sin precedentes. Del disconfort con los objetos sueltos y las ramas entrelazadas de las mujeres ancestrales deriva el disgusto con los cables y el desorden "a la vista" de las mujeres actuales.
Como todo peligro, es evitado por las mujeres, pero para un hombre, su desafio es un signo de estatus. El hombre tiende a exhibirse ante las mujeres desafiando a la suciedad. El hombre que vive en medio de la suciedad y no contrae enfermedades da un claro signo de fortaleza y salud, que pueden heredar sus hijos. Por tanto, para la mujer, ese hombre es un buen candidato a padre biológico de sus hijos. No es extraño que los homnres instintivamente conozcan ese aspecto de las mujeres y exageren presuman de ser , con perdón, mas guarros de lo que son, para aumentar su atractivo ante posibles parejas, sobre todo si son ocasionales. En cualquier caso, el peligro que tiene la suciedad para un hombre es mucho menor que para una mujer. Además como todo riesgo, el hombre por estrategia vital optima tiende a aceptarlo en bastante mayor grado que la mujer (precisamente porque no está obligado a criar directamente los hijos).
Como era de esperar de todo esto, el orden para las mujeres es distinto que para los hombres. Las mujeres tienden a eliminar de la vista cosas que antes eran peligros ancestrales. Mientras que los hombres procuran tener a mano lo que mas necestian, sin importar que estén a al vista o no, Las mujeres tienden a esconderlos en cajones, aunque sea desordenadamente dentro de ellos. Esto se deriva de la necesidad de que a la vista no haya suciedad o peligros escondidos que puedan hacer daño a ellas mismas o a sus hijos. Otro de los utensilios utulizados universalmente por las mujeres, y que sienten gusto y aprecio, son los muebles, cajones y sobretodo cofres de todos los tamaños. La necesidad de guardar los objetos fuera del alcance de los niños y evitar que estos acumulen suciedad y se oculten animales peligrosos en ellos pudo hacer de las cajas una necesidad al igual que los bolsos y los zapatos. Las cajas debían ser de un material impermeable a los insectos. Puede que de paja entretejida o caña apretada y después, de madera.
El sueño de una mujer primitiva sería el recolectar en un sitio seguro. Seguramente, en un lugar cubierto. lleno de objetos brillantes, donde existieran los colores de muchas flores (signos prometedores de frutos). donde la comida fuera abundante, bien metida en recipientes brillantes, inmaculada, donde hubiera también para recolectar bolsos y zapatos, vestidos, cofres y muebles y todo tipo de objetos que necesitara para ella y su familia. Esos son los centros comerciales de ahora mismo. Solo hay un problema: Mientras que la recolección es gratis, si olvidamos las serpientes, los leones etc. en cambio el shopping hay qiue pagarlo. Muchas mujeres están tan metidas en su papel recolector que solo se dan cuenta del coste en dinero cuando llegan a la caja , y muchas, cuando llegan a casa. El pago no es parte de la experiencia de la recolección y el coste de lo que se recolecta es ajeno a las mujeres primitivas y las actuales, si no es por un acto de voluntad racional. El supermercado supone la explotación del carácter recolector innato de la mujer, que aburre o incluso pone nerviosos a los hombres. El shopping es la recolección en el Paraiso, Excepto por su efecto en la cuenta corriente.
Pistas adicionales de lo innato de la actividad recolectora femenina son las cejas altas, que permiten la visión amplia alrededor aún estando mirando hacia el suelo. EL gusto por combinaciones de colores "de moda" se corresponde con combinaciones de colores de flores que en el pasado eran signos de que hay frutos disponibles de varias especies en una zona del campo. Muchos juegos infantiles de las niñas tienen que ver con objetos en el suelo. Más concretamente con reconocimiento de formas en el suelo. En un Burguer King he visto un juego en el que hay que pisar objetos proyectados por una camara. La mayoría de los que juegan son niñas.
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